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Emprendedor Antiguo VS Moderno.

Es incalculable el número de personas que decidieron lanzarse al ruedo y probarse a sí mismos en las diferentes industrias del mercado, con el fin de buscar una mejor estabilidad económica y regirse bajo sus propios parámetros. Por medio del ensayo-error, crearon el camino por el cual emprender, ya root of this, lograron construir grandes empresas que hoy en día son un ejemplo de superación personal para muchos. 

Steve Jobs, Oprah Winfrey, Jeff Bezos, Serena Williams. Todos ellos han visto de cerca el fracaso pero nunca dejaron de creer en su propósito y en lo que podrían darle al mundo.

Es común escuchar en medio de la gente y el bullicio que algunas de las cosas pasan por casualidad, simplemente se presenta la oportunidad y es decisión propia tomarla o dejarla pasar. Pero de lo que muy pocas personas hablan, es que para lograrlo, se tuvieron que esforzar, instruir y arriesgarse por sus sueños.Sin embargo, las formas de llegar al éxito y de crear nuevos negocios, han evolucionado con el pasar de los años. Crear un imperio exitoso no requiere las mismas aptitudes que hace 20 o 30 años.

Los emprendedores “modernos” tienen otra forma de ver la vida, ya causa de esto, las decisiones que son trascendentales para su negocio, son tomadas con más serenidad y calma. Aquí mencionamos son las características más notorias de los emprendedores del nuevo siglo:

Tener vs Ser

Anteriormente, el éxito se medía por la cantidad de posesiones que tuviera bajo su nombre el titular, hoy en día es común ver que las personas verdaderamente exitosas pueden tener una vida muy cómoda y tranquila sin que eso signifique lujos y bienes materiales. El emprendedor moderno ve más beneficios por el simple hecho de estar y sentirse bien con él mismo y el entorno del que se rodea. Claro está que, el tener un respaldo monetario, nunca dejará de ser importante en la vida del ser humano, pero si se analiza a las mujeres y hombres exitosos de la actualidad, se podrá ver que no solo viven bien, se sienten bien y se encargan de transmitir ese estilo de vida a quienes trabajan, comparten y viven con ella o él.

Jefes vs. Líderes:

Tal vez, una de las palabras más mencionadas en la última década a nivel mundial fue “líder”. El mercado laboral actual no busca una persona que se encargue de delegar funciones en sus 8 horas laborales, se busca una persona íntegra que esté al servicio de sus colaboradores, alguien que dé ese primer paso fundamentado en sus conocimientos y el desarrollo de tareas por parte de su equipo de trabajo. Se pasó de mandar y pedir resultados personales, a ser factores de colaboración en conjunto para lograr los resultados esperados por parte de la compañía. No tener “empleados” que cumplen un horario establecido, sino colaboradores que cumplen metas sin descuidar sus vidas personales y salud mental. 

Productos vs. Personas:

En el pasado, se podía observar que el focus de cada una de las diferentes empresas del mercado, era el producto o servicio que ofertaban. Todas sus estrategias estaban enfocadas en sus virtudes: precios, rebajas, en cómo le facilitaría la vida el optar por sus productos o servicios. Hoy en día, las empresas exitosas (y sus líderes), se centran en el bienestar de las personas: tanto del público en general como de sus colaboradores. Tener una comunicación asertiva y generar empatía entre los diferentes actores laborales, ha sido una una de las mejores estrategias para lograr el éxito. 

Control vs. Confianza:

Una de las características fundamentales de un líder, es depositar su plena confianza en cada uno de sus colaboradores. En años pasados,  se optaba por el control absoluto de cada proceso logístico que comprendía su trabajo, lo que se traducía en estrés. El líder del siglo XXI, confía en su equipo de trabajo, sus talentos y destrezas que son aprovechadas al máximo, dejándoles espacio para ser creativos y encontrar soluciones por cuenta propia. Esto ha significado el entorno ideal para trabajar, en donde cada uno resulta ser más práctico, ágil y eficiente.

Yo vs. Nosotros:

El trabajo en equipo es fundamental para el éxito de las empresas. Los grandes emprendimientos nacieron a partir de la composición de un equipo pequeño pero comprometido, que supo comunicarse de forma efectiva y respetuosa. Los emprendedores antiguos trabajaban bajo el individualismo y el protagonismo. Mientras que el emprendedor moderno sabe que nada es posible sin el apoyo de su equipo, en donde personas preparadas y con diferentes énfasis en la materia, harían comprender de una mejor forma su negocio, “dos cabezas piensan más que una”. 

Resultados vs Camino:

Se hace camino al andar y los emprendedores modernos lo saben muy bien. Antes el foco de las empresas estaba puesto en los resultados sin importar las estrategias aplicadas ni lo que se tuviera que hacer para lograrlo. Ahora, el camino es mucho más ameno y se hacen mil y un cambios en la estrategia para que, tanto clientes, como colaboradores, se sientan satisfechos por el proceso realizado. Aprender cada paso y establecerlos en su metodología de trabajo a futuro ha sido clave para tener un negocio exitoso. Nunca se deja de aprender…

Jerarquía vs. Redarquía:

Los emprendedores antiguos creían en las jerarquías y en el rol de jefes para controlar lo que sus empleados hacían. Hoy en día, los emprendedores confían en sus colaboradores y reciben abiertamente sus opiniones y sugerencias, formando así, una red de contribución dentro del equipo para llegar a los resultados esperados a través del intercambio de conocimientos. El éxito de las empresas modernas se ha basado en la equidad e igualdad de condiciones, en donde cada colaborador es respetado, medido por su capacidad intelectual y la forma en la que se desenvuelve en los diferentes aspectos de la compañía.

Estructura vs. Apertura:

Cada vez son más las empresas que depositan su confianza en otras para suplir con ciertos servicios y necesidades que ellos no están en capacidad de cumplir. Atrás quedaron las empresas con miles de empleados encerrados en una sola organización, y le dieron paso a la colaboración entre empresas de distintos campos para cumplir con metas en conjunto. Cabe destacar en este punto que, las organizaciones de procesos logísticos, marketing o producción pueden establecer relaciones con otras empresas, y con esto, grandes relaciones comerciales provechosas para la compañía.

Como se puede ver, la aventura de emprender no es algo nuevo en el mundo, ha evolucionado (a grandes pasos), con  el pasar del tiempo y el nacimiento de nuevas tecnologías y formas de trabajo. 

El Networking (“se basa en construir una amplia red de contactos entre empresas, emprendedores y freelances con el objetivo de reforzar su imagen corporativa y generar nuevas líneas de comunicación y negocios.” – Tomado de http://www.vertice.org/blog/ – ¿Qué es Networking?) se ha logrado posicionar en el mercado laboral como una de las mejores estrategias colaborativas para emprendedores del nuevo siglo. 

¿Rompiste los paradigmas y te encuentras preparado para ser un emprendedor moderno? ¿Estás dispuesto a adoptar nuevas aptitudes para conseguir un mejor liderazgo y hacer de tu empresa un lugar más ágil, práctico y eficiente? Recuerda que aprender a llevar y liderar un negocio de forma exitosa es tarea de todos los días, en donde se requiere de un  feedback constante acompañado de mucha creatividad, confianza y tiempo. 

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